Si hiciéramos una encuesta a pie de calle acerca de la artritis reumatoide (AR), con toda probabilidad nos encontraríamos con opiniones del tipo ‘es una enfermedad de personas mayores’, ‘es lo mismo que artrosis’, ‘es algo que se hereda’ o ‘si lo tienes, te terminas quedando inválido’. En pleno apogeo del debate sobre mitos, bulos y fake news, merece la pena desmontar las creencias falsas acerca de la artritis reumatoide. Unas creencias que están en boca de todos, que angustian al paciente que recibe el diagnóstico y que, además, pueden ser piedras en el camino para una buena evolución de la enfermedad. Con la ayuda del doctor Mariano Andrés, reumatólogo del Hospital General Universitario de Alicante profundizamos en estos mitos.
Mito 1: Es una enfermedad de personas mayores
Aun cuando la AR suele aparecer en personas adultas mayores, se trata de una enfermedad que puede iniciarse en cualquier etapa de la vida y afectar a cualquier persona, con independencia de la raza, el sexo y la ocupación1. Es más frecuente en mujeres y a menudo se presenta entre los 45 y 55 años1>. Hay también un tipo de artritis, conocida como Artritis Idiopática Juvenil (AIJ), que se da en menores de 16 años y que tiene características propias2.
¿De dónde puede venir esa creencia acerca de que la artritis es algo de personas mayores? Probablemente se deba a que se trata de una enfermedad reumática, y tradicionalmente se ha asociado ‘el reúma’ a los ancianos. Reúma es, ciertamente, un concepto muy vago que hoy sabemos engloba a más de 200 enfermedades reumáticas2; pero, antiguamente, se utilizaba para referirse a cualquier dolor muscular o articular, dolores que son más frecuentes a edades avanzadas. Es importante recordar que, como decíamos, la artritis reumatoide puede aparecer a cualquier edad2.
Mito 2: ¿Artritis o artrosis?
Muy ligada al mito anterior -ambas son enfermedades reumáticas- es muy común la confusión entre ambas patologías y, por tanto, también lo es que la población no identifique la diferencia entre las causas de ambas, ni su pronóstico o evolución. En ambas hay dolor articular, y también puede haber rigidez o inflamación, pero la artrosis es una patología que lesiona el cartílago articular4, mientras que la artritis reumatoide es una enfermedad inflamatoria crónica que se caracteriza por la inflamación de las articulaciones y que también puede dañar los órganos internos, por lo que debe considerarse como una enfermedad sistémica2. Además, la artritis reumatoide es una enfermedad autoinmune en la cual el sistema inmunitario del cuerpo se equivoca y ataca a las células sanas de las articulaciones. Se trata, por tanto, de una enfermedad compleja.
Es importante diagnosticar y tratar pronto ambas patologías, pues así mejorará la evolución del paciente y no se llegará al extremo de que se produzcan daños irreversibles.
Es esencial saber distinguir entre la artritis reumatoide y la artrosis son lo mismo. No obstante, ante síntomas de dolor articular, siempre se debe consultar al médico.
Mito 3: ‘Me quedaré inválido’
Todo aquel que haya tenido en tiempos pasados a un familiar con artritis reumatoide sabe que el pronóstico no era bueno. Hace varias décadas, ante un diagnóstico de artritis reumatoide era previsible que apareciera dolor crónico, discapacidad, deformidad e, incluso, reducción de la esperanza de vida. Hoy, la idea de la invalidez o la incapacidad asociada a la artritis reumatoide es un mito: en la actualidad se dispone de un arsenal terapéutico que permite controlar la inflamación y los distintos signos y síntomas. Por tanto, no es cierto que necesariamente en el futuro vaya a haber una discapacidad2. Además, sería importante distinguir entre incapacidad y discapacidad: mientras la primera tiene una consecuencia relacionada con el ámbito laboral, la segunda hace referencia a las limitaciones en su vida diaria.
Mito 4: Debo resignarme al dolor
Es cierto que, en la actualidad, la mayoría de los pacientes convive con el dolor articular en su día a día. También lo es que, hasta no hace mucho tiempo, se consideraba que el paciente con artritis reumatoide debía aceptar este dolor. Pero la situación médica ha cambiado y, hoy el objetivo es poder hacer una vida normal, sin limitaciones, aun cuando deba tomarse una medicación.
El objetivo principal del tratamiento de la artritis reumatoide es alcanzar la remisión clínica de la enfermedad, que se define como la ausencia de signos y síntomas de actividad significativa de enfermedad inflamatoria5 -incluyendo el control del dolor, que es una de las principales causas de pérdida de calidad de vida en el paciente6.
Con un diagnóstico temprano, tanto el dolor como la discapacidad producida por la inflamación deben estar controlados. Y, desde el primer día, perseguir este objetivo5.
Mito 5: El número de casos de artritis reumatoide aumenta con el clima7,8
El clima, ya sea húmedo o seco, cálido o frío, no afecta a la incidencia de la artritis reumatoide, es decir, a los casos nuevos de la enfermedad. Ni en positivo ni en negativo. Ahora bien, sí es cierto que muchos pacientes refieren que sus síntomas, fundamentalmente el dolor y la rigidez, empeoran cuando el tiempo es húmedo y frío, asociado a bajas presiones debido a que las articulaciones tienen receptores de presión y las articulaciones dañadas la perciben mejor. El cambio de presión suele anteceder al cambio del tiempo, por eso a los pacientes cuando les comienza a doler por ejemplo una rodilla, pronostican que va a ver un cambio de tiempo. Es una queja frecuente y, de hecho, en un sinfín de ocasiones se ha intentado estudiar la relación entre la meteorología y las enfermedades reumáticas, entre ellas la artritis reumatoide. El más célebre trabajo experimental es el llevado a cabo en 1961 por el doctor J. Hollander9, quien demostró que la alta humedad combinada con una baja presión atmosférica se asocia a mayor dolor y rigidez en las articulaciones. Desde entonces, los resultados de los estudios, aunque dispares, apuntan en esta misma dirección.
Mito 6: ‘No podré quedarme embarazada’
Como ya hemos dicho, la artritis reumatoide es una enfermedad que puede aparecer en cualquier etapa de la vida. Por tanto, es perfectamente factible que debute en un momento en el que la mujer todavía no ha sido madre y desea tener hijos. Cuando esto sucede, es frecuente que se tenga miedo a cómo el embarazo puede repercutir en la evolución de la enfermedad o en la aparición de posibles brotes posteriores. Pero convivir con artritis reumatoide no obliga a evitar el embarazo. De hecho, dos tercios de las mujeres con artritis reumatoide experimentan durante el embarazo una mejoría transitoria de la enfermedad. De todas formas, aunque el embarazo a menudo sea un periodo bastante benigno, es cierto que no es lo mismo iniciar un embarazo cuando la enfermedad está en remisión que cuando está activa o si estás en tratamiento o no. Por tanto, es importante coordinarlo con el reumatólogo, ver cuáles son los deseos, los plazos, cuál es el mejor momento, qué hacer con el tratamiento… La clave es la comunicación, el diálogo entre el especialista y la paciente.
Mito 7: ‘Mis hijos la heredarán’
Es una preocupación habitual entre quienes son diagnosticados de AR… y también un mito. La causa de la artritis reumatoide es todavía desconocida, aunque se sabe que hay algunos factores que pueden predisponer a desarrollarla. Entre ellos tenemos el factor genético, lo que no quiere decir que sea una enfermedad hereditaria, es decir, que se pase de padres a hijos, sino que algunas variantes en determinados genes pueden predisponer a presentarla2. Es decir, no se trata de una regla fija. De hecho, se han llevado a cabo estudios en gemelos idénticos, en los que uno había desarrollado AR y el otro no, y se ha visto la importancia de factores ambientales, como el estrés, en la aparición de la enfermedad10. Por tanto, la posibilidad de transmitirlo a la descendencia no es algo que debe condicionar la vida de los pacientes ni, tampoco, urgirlos a que hagan pruebas a los hijos, salvo que haya síntomas.
Mito 8: Nada de comer tomate… como en la gota
Un mito que viene de otro mito. El primero es la creencia de que los pacientes con gota no deben tomar alimentos como el tomate11. Y el segundo, el de que la artritis reumatoide es ‘como la gota’. Unimos ambos… y tenemos a los pacientes con AR convencidos de que el tomate eleva sus niveles de ácido úrico y de que deben seguir una dieta igual a la que siguen quienes padecen de gota. La realidad es que se trata de enfermedades reumáticas diferentes. No hay alimentos milagro ni alimentos prohibidos para los pacientes con AR. Se trata de mantener un estilo de vida en el que se siga una dieta saludable12.
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BIBLIOGRAFÍA
EPISER 2016
2 Inforeuma. Artritis Reumatoide. https://inforeuma.com/wp-content/uploads/2017/04/50_Artritis-Reumatoide_ENFERMEDADES-A4-v03.pdf
3Inforeuma. Artritis Idiopatica Juvenil. https://inforeuma.com/enfermedades-reumaticas/artritis-idiopatica-juvenil/
4 Inforeuma. Artrosis.https://inforeuma.com/enfermedades-reumaticas/artrosis/
5 Smolen JS et al. EULAR recommendations for the management of rheumatoid arthritis with synthetic and biological disease-modifying antirheumatic drugs: 2019. Ann Rheum Dis 2020;0:1–15. doi:10.1136/annrheumdis-2019-216655
6 Encuesta AR2020. Resultados preliminares. http://www.conartritis.org/actualidad/resultados-preliminares-encuesta-ar-2020/
7Inforeuma. https://inforeuma.com/cerca-11-millones-espanoles-padecen-alguna-enfermedad-reumatica/
8Inforeuma. https://inforeuma.com/el-frio-la-lluvia-y-la-presion-atmosferica-causan-mas-dolor-en-algunos-pacientes-reumaticos/
9 Hollander, J.L (1961). The controlled-climate chamber for the study of the effects of meteorological changes on human diseases.
10 Webster, AP, plant, D., Ecker, S. et al. Aumento de la variabilidad de la metilación del ADN en gemelos monocigóticos discordantes con artritis reumatoide. Genome Med 10, 64
11https://inforeuma.com/wp-content/uploads/2015/09/LRn18.pdf
12https://inforeuma.com/la-dieta-mediterranea-tambien-es-beneficiosa-para-pacientes-con-artritis-reumatoide-artrosis-o-lupus/