La rigidez matutina es el principal síntoma y signo de la rigidez articular, que se caracteriza por una gran dificultad para mover las articulaciones afectadas tras el reposo nocturno que, en general, suele persistir durante unas cuantas horas, con un mínimo de media hora. A veces es leve y se percibe sólo como una tirantez, mientras que en otras ocasiones es intensa, hasta tal punto que impide realizar cualquier tipo de movimiento con la parte del cuerpo correspondiente (por ejemplo, cerrar el puño). Con todo, la rigidez matutina suele aliviarse, paradójicamente, con el movimiento y el ejercicio. Se trata de un síntoma común e importante en las enfermedades reumáticas, como la artritis reumatoide, la espondiloartritis y la polimialgia reumática y está presente incluso en estados de baja actividad de la enfermedad.
La rigidez matutina afecta aproximadamente a 3 de cada 4 personas con artritis reumatoide (AR) independientemente del tratamiento, y entre 4 y 8 pacientes de cada 10 presentan una baja actividad de la enfermedad. La evidencia muestra que la rigidez es importante para las personas con AR tanto en situaciones de brote como en estado de remisión, y es una parte integral de la enfermedad en la mayoría de casos.
La rigidez matutina afecta negativamente a la calidad de vida relacionada con la salud y se asocia con un inicio más temprano de la terapia de modificación de la enfermedad en la AR.
Es un síntoma complejo de valorar pero capital a la hora de ayudar a distinguir el tipo de afectación articular, tanto que forma parte de los criterios de clasificación de la ACR (American College of Rheumatology) de 1987 para la artritis reumatoide. Existen diferentes formas de valorar la rigidez matutina, pero la más utilizada aún genera controversia. Podemos utilizar cuestionarios de autoevalución (PRO), la anamnesis (historia clínica) y cuestionarios realizados por el especialista y compararlos con la actividad de la enfermedad y capacidad funcional de la persona.
Para los pacientes, la rigidez matutina es un sello distintivo en su experiencia con la enfermedad y se asocia con brotes, disminución de la función física y capacidad funcional diaria. Estudios prospectivos observacionales y datos de encuestas han demostrado que la duración de la rigidez se asocia de forma independiente con la disminución de la productividad laboral y la jubilación anticipada, lo cual no sólo es importante a nivel de autoridades sanitarias sino también para el propio paciente y su desarrollo personal y laboral.
La importancia de este síntoma nos ha llevado a realizar múltiples estudios, como la revisión del grupo OMERACT 2018, donde se observó la dificultad existente con esta variable debido a su componente personal y subjetivo. A pesar de la complejidad en su valoración, en la revisión se concluye que la mejor forma de medirlo es a través de cuestionarios de autoevaluación. Además, se afirma que el concepto de rigidez matutina debería ser más amplio dado que para muchas de las personas con artritis reumatoide es un síntoma atemporal, la experimentan durante casi todo el día, y no solamente por la mañana.
Es importante que nuestros esfuerzos futuros tanto como sociedades científicas, asociaciones de pacientes e investigaciones científicas se centren, entre otros, en identificar los factores contextuales que modifican la experiencia de la rigidez.
Los PROs (cuestionarios de autoevaluación) han demostrado ser probablemente la herramienta más eficaz dado que contienen ejemplos sencillos que han demostrado su utilidad como una escala visual de fácil entendimiento para el paciente que cuantifica la duración, intensidad, frecuencia y características de esa rigidez y puede ayudar a las personas a entender su patología, y al especialista a establecer una correlación clínica con otras variables, por ejemplo:
- En los últimos 7 días, ¿cuánto tiempo duró su rigidez en promedio? (0: ninguno, 1: <30 min, 2: 30 min a 1 h, 4:> 1–2 h, 5:> 2–4 h, 6:> 4 h)
- En los últimos 7 días, ¿cómo calificaría su rigidez en promedio? (0: ninguno, 1: leve, 2: moderado, 3: grave, 4: muy grave)
- En los últimos 7 días, ¿con qué frecuencia su rigidez interfirió con sus actividades? (0: nunca, 1: raramente, 2: a veces, 3: a menudo, 4: siempre)
- ¿Cómo describirías tu rigidez durante la semana pasada? (VAS, 0 ninguno a 100 extremos)
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Bibliografía:
- Advancing Stiffness Measurement in Rheumatic Disease: Report from the Stiffness Special Interest Group at OMERACT 2018
Ethan T. Craig, Ana-Maria Orbai, Sarah Mackie, Susan J. Bartlett, Clifton O. Bingham III, Susan Goodman, Catherine Hill, Robert Holt, Amye Leong, Chetan Karyekar, Ying Ying Leung, Pamela Richards and Serena Halls
The Journal of Rheumatology October 2019, 46 (10) 1374-1378 - Stiffness Is the Cardinal Symptom of Inflammatory Musculoskeletal Diseases, Yet Still Variably Measured: Report from the OMERACT 2016 Stiffness Special Interest Group
- Serena Halls, Premarani Sinnathurai, Sarah Hewlett, Sarah L. Mackie, Lyn March, Susan J. Bartlett, Clifton O. Bingham III, Rieke Alten, Ina Campbell, Catherine L. Hill, Robert J. Holt, Rod Hughes, John R. Kirwan, Amye L. Leong, Ying Ying Leung, Anne Lyddiatt, Lorna Neill and Ana-Maria Orbai
The Journal of Rheumatology December 2017, 44 (12) 1904-1910; DOI: https://doi.org/10.3899/jrheum.161073 - “Stiffness has different meanings, I think, to everyone”: examining stiffness from the perspective of people living with rheumatoid arthritis. Arthritis Care Res 2014;66:1662–72
- Stiffness is more than just duration and severity: a qualitative exploration in people with rheumatoid arthritis. Rheumatology 2015;54:615–22.
- Manual Sociedad Española de Reumatología.
- Measurement of stiffness in patients with rheumatoid arthritis in low disease activity or remission: a systematic review. BMC Musculoskelet Disord 2014;15:28.