Consejos para Pacientes y Cuidadores de Párkinson en Verano

Mantente bien hidratado: Bebe de 8 a 12 vasos de agua al día, de forma gradual y constante, incluso si no tienes sed. Una hidratación adecuada es clave para prevenir el agravamiento de síntomas como la rigidez, la disautonomía (problemas con la regulación de la presión arterial, temperatura, etc.) y el cansancio. La recomendación general es tomar más de 1.5 litros de agua al día.^1,2,3

Opta por comidas ligeras: Consume abundantes frutas y verduras frescas, que además de nutrientes, aportan líquidos esenciales.²

Combate el estreñimiento: Una dieta rica en fibra, junto con una buena hidratación y ejercicio físico moderado, puede ayudar a mejorar el estreñimiento, un síntoma común que el calor puede acentuar.¹

Evita la exposición directa al sol: Especialmente entre las 12:00 y las 17:00 horas, cuando los rayos son más intensos. Busca sombras y ambientes frescos.^1,2,3

Usa protección adecuada: Ponte gafas de sol, crema solar y un gorro o gorra para prevenir golpes de calor y quemaduras.^2,3

Controla los cambios de temperatura: Si usas aire acondicionado, ajústalo a una temperatura de 2-4 grados por debajo de la temperatura ambiente para evitar cambios bruscos. Mantén un ambiente húmedo a unos 24-25 grados Celsius.²

Viste ropa ligera y transpirable: Opta por prendas sueltas, de colores claros y fabricadas con fibras naturales como el algodón. Utiliza calzado transpirable con buena sujeción y suelas antideslizantes para prevenir mareos y caídas.^1,2,3

Lleva siempre tu medicación y un informe médico: Es crucial que los pacientes lleven consigo una lista actualizada de sus medicamentos y un informe médico reciente, especialmente si viajan. Si el viaje es al extranjero, es recomendable que los informes estén traducidos.^1,2

Sigue rigurosamente las indicaciones médicas: No alteres tu pauta de medicación sin consultar a tu neurólogo, y realiza un seguimiento regular para ajustar la medicación si es necesario.¹

Mantén tus horarios de sueño: Intenta conservar una rutina de sueño regular de ocho horas, similar a la del resto del año, para combatir el insomnio que el calor nocturno puede agravar. Limita la cafeína y actividades estimulantes antes de acostarte.^1,3

Continúa con el ejercicio físico: Evita las actividades de alta intensidad durante las horas de más calor, pero sigue realizando ejercicio moderado y actividades de ocio para tu bienestar físico y mental. Da paseos en las horas más frescas del día.^1,2,3

Participación en actividades diarias: El paciente debe seguir participando en sus actividades cotidianas, incluso durante las vacaciones, para facilitar un regreso gradual a la rutina normal y evitar estrés o agobio.³

Planifica tus viajes con antelación: Prepara una lista de imprescindibles, considera el modo de desplazamiento, infórmate sobre el destino (asociaciones, teléfonos de emergencia) y calcula la medicación necesaria. Avisa a tu neurólogo si vas a viajar.³

Realiza actividades relajantes y mantén el contacto social: El calor puede afectar el estado de ánimo y las funciones cognitivas. Realizar actividades relajantes y mantener el contacto social ayuda a sobrellevarlo. ¹

Higiene: Lava tus manos con frecuencia y toma duchas diarias para mantener la higiene y frescura.¹