El 86% de las personas que conviven con dermatitis atópica asegura sufrir un picor intenso diario que afecta a su calidad de vida. Este síntoma es altamente prevalente en los pacientes con dermatitis atópica (DA) y puede dificultar el desarrollo de actividades cotidianas. Además existe una relación significativa entre la presencia del picor, el impacto en el sueño y la calidad de vida de los pacientes.
La presencia de picor, sobre todo en la fase moderada o grave de la enfermedad, se asocia con una disminución de la calidad de la vida de los pacientes. Se trata de un picor diario y persistente y que 2 de cada 3 pacientes clasifica como intenso e insoportable, que dura al menos 12 horas y que produce una sensación dolorosa y desagradable que incluso afecta el sueño de los pacientes una media de hasta cuatro noches semanales.
Desafortunadamente, los pacientes tienen dificultades para explicar lo que supone este síntoma en su vida, ya que las innumerables distracciones que se encuentran no son comprensibles para quienes no han experimentado el rascado y picor que genera la dermatitis atópica.
Además del picor, la dermatitis atópica puede tener otras complicaciones. Entre las primeras y más molestas están las relacionadas con el sueño. Según diferentes estudios, los adultos con DA sufren alteraciones de sueño alrededor de 162 noches al año y un 87% de los pacientes tiene dificultades para conciliar el sueño casi siempre. El paciente se despierta muchas veces, lo que hace que el sueño sea muy superficial y nada reparador. Como resultado, puede aparecer insomnio, que produce irritabilidad y puede desencadenar una sintomatología ansiosa y depresiva.
La afectación del sueño es proporcional al número de lesiones y el grado de intensidad de la dermatitis. Los pacientes suelen recurrir a actividades que impliquen el uso de las manos y concentración, para tener la mente ocupada y no pensar en el rascado.
El picor y los consecuentes problemas relacionados con el sueño pueden llegar a provocar depresión, ideas suicidas y ansiedad. Además, la falta de descanso puede desencadenar afecciones graves a nivel cerebral, causando problemas de aprendizaje, memoria, bajo estado de ánimo y aumento del tiempo de reacción. El grado de afectación psiquiátrica es proporcional al grado de afectación por la dermatitis atópica, dándose casos graves de intentos de suicidio o ideación suicida ya desde la adolescencia.
A nivel físico, la DA produce un aumento de la presión arterial, inflamación y otros problemas que pueden derivar en obesidad y diabetes.
Según los especialistas, los pacientes de DA son más propensos a padecer enfermedades alérgicas asma, alergias alimentarias y esofagitis, entre otras.
REFERENCIAS:
Intervención de especialistas:
Minia Campos, Responsable de la consulta pediátrica del Hospital General Universitario Gregorio Marañón.
OTROS CAPÍTULOS:
Dermatitis atópica: del mito a la realidad